viernes, 30 de enero de 2009

HOY ESCRIBE: PEDRO FASSI

A mis amigos de Penal Económico:
Estimados, por invitación de los nuevos representantes gremiales elegidos por Ustedes hoy estoy escribiendo estas líneas. Como todos saben no soy muy afecto a estas cosas pero creo que es una obligación de mi parte, después de tanto tiempo intentando representarlos, que trate de transmitirles algunos pensamientos que me acompañaron durante estos años. En primer lugar y como el más destacado está la idea central de enfatizar que los empleados del Poder Judicial no somos empleados administrativos pone sellos, o destinados a llenar planillas con letras y números en forma automática. No, somos empleados calificados, destinados a manejar desde el cargo más bajo, libros que son documentos públicos, información que debe ser resguardada por que en ella va el honor, la libertad y los bienes de las personas. Luego y con el correr del tiempo realizamos el análisis de los elementos que van incorporándose en los expedientes que pasan por nuestras manos, poniendo nuestra impronta, creando nuestras convicciones y colaborando en la toma de decisiones de los funcionarios y magistrados. Que en igual sentido, el personal técnico de mantenimiento diariamente agudiza su ingenio y su destreza para lograr, con elmentos de descarte, que todo funcione bien, y así brindarnos las condiciones de trabajo aptas. Todo esto, para nosotros los empleados del Poder Judicial de la Nación es cotidiano e incorporado como tareas específicas de la función, pero en realidad no lo es, es nada más y nada menos que una delegación de funciones, sin las cuales este poder no podría funcionat. Ahora, ¿debemos quejarnos por realizar esas tareas?, yo creo que no, que debemos enorgullecernos, sentir que se nos ha brindado la oportunidad de ser parte de un órgano del Estado destinado a servir a la comunidad y que esto no se le brinda a cualquiera, pero, que quede claro también, tampoco lo acepta cualquiera y en consecuencia debemos responder por ser parte de él. Esta particularidad de nuestro trabajo como EMPLEADOS DEL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN, debería llevar a un reconocimeinto que, con relación a la sociedad, debemos ganarnos, y con relación a las autoridades debemos exigirlo. Hay casos donde se confunde el Tribunal con una empresa privada, con reglas internas distintas del reglamento general para todos, creyendo sus titulares que son dueños de la "empresa" y que en consecudencia manejan al personal como si fueran piezas de ajedrez, olvidando que esa persona ha dedicado su vida con entrega, honestidad, fidelidad al cumplimiento de las obligaciones, respetando su lugar de trabajo y a la sociedad. Esto tendría que quedar en claro, no somos sus empleados, somos empleados del PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN. Amigos debemos recuperar la mística del personal del Poder Judicial de la Nación, jerarquizarlo, empujar desde abajo para que se recupere la dignidad tan cuestionada. Que quede claro, el aumento de sueldo nos es nuestro único reclamo, sino que, como bien lo ha sostenido nuetro gremio durante años NO HAY JUSTICIA SIN JUSTICIA PARA LOS JUDICIALES. Muchas gracias por el respeto que me brindaron todos estos años y sepan que fue recíproco.

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